Remueven mi cerebro, acordes asonantes
tambores teñidos de frío púrpura
dejará la memoria, en donde ardía
cinceles candentes de agonía
¡No existe! Gritan mis entrañas al viento
¡No existes! Reitera el Eco, tu voz.
Bien pudiese aquel día
Bien pudiese aquel día
en la oscuridad gritar,
un Reo no cumple, solo dicta
antónimo, error fatal.
¡Orgullo! Clama mi alma sangrante
¡Valor! Exige sin poder mirar.
Cerrar podrán mis labios sus toscas manos
sendas amenazas acallar mi sentido,
mas mi corazón autómata, y desbocado
se inunda de todo aquello perdido.
Mentir pudiese al mundo entero,
y sonrisa, veneno, lanzar
conforme mi mente, destrozada
¡Orgullo! Clama mi alma sangrante
¡Valor! Exige sin poder mirar.
Cerrar podrán mis labios sus toscas manos
sendas amenazas acallar mi sentido,
mas mi corazón autómata, y desbocado
se inunda de todo aquello perdido.
Mentir pudiese al mundo entero,
y sonrisa, veneno, lanzar
conforme mi mente, destrozada
se opone firme al rezar.
“¡Sálvame, oh extraño! ¡Extiende tu mano hacia mi!
Pues no necesitas de un reclamo, un imploro: Un llanto.
“¡Sálvame, oh extraño! ¡Extiende tu mano hacia mi!
Pues no necesitas de un reclamo, un imploro: Un llanto.
¡Que viva la moral! ¡Que muera el Destino!
Solo clamo ser silenciada... Amigo”
Por poco pido, lo que entrego
Solo clamo ser silenciada... Amigo”
Por poco pido, lo que entrego
y no prometo fallarle
habla mi Ser, desde lo más hondo
tan solo quiere: Abrazarte.
tan solo quiere: Abrazarte.
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